jueves, 29 de octubre de 2009

Comienzo de una nueva vida, término de algo, acontecimiento que nos hace sufrir; este tipo de definición le damos a la muerte generalmente. Si oyes la palabra muerte lo más seguro es que vengan a tu cabeza palabras como estas: pérdida, llanto, soledad, miedo, preocupación, etc.
Es necesario tener presente que nadie está ajeno a que esto suceda, no me refiero a que tengamos que estar constantemente en un estado de alerta o algo por es estilo, no! . Simplemente hago referencia a que nadie está libre de lidiar con el proceso de la vida; nacer, crecer, desarrollarse, reproducirse y morir. Si tomamos con esa naturalidad etapas de la vida; ¿Por qué no tomar con la misma naturalidad la muerte? ¿Será tal vez por miedo a lo desconocido, a la soledad o por dejar a nuestros seres queridos de una forma inesperada?
Al momento de pensar en el fin de nuestras vidas entramos en un estado de gran incertidumbre, no sabemos como ni donde ni cuando nos sucederá, es difícil enfrentar sucesos cuando ocurren sin un previo aviso, pero con la muerte no debiera de ser así, ya que estamos advertidos desde el momento en que nacemos que la vida es sólo un préstamo y que no dura para siempre.
Nadie tiene un pleno conocimiento acerca de la muerte, nadie ha regresado del eterno sueño a contarnos como es o que se siente morir, pero si hemos interactuado con ella, ya sea en el momento del fallecimiento de algún familiar, o cercano nuestro; como lo ha sido también al momento de leer reportajes y ver noticias, en donde todos los días se muestran tragedias, homicidios, accidentes etc., los cuales por cierto no nos afectan de gran forma, es más en ocasiones no nos interesan, es aquí cuando se produce una especie de egoísmo , el cual es entendible cuando nosotros lo practicamos , pero es imposible de comprender cuando los afectados somos nosotros y los demás lo practican.
"El temor a la muerte, señores, no es otra cosa que considerarse sabio sin serlo, ya que es creer saber sobre aquello que no se sabe. Quizá la muerte sea la mayor bendición del ser humano, nadie lo sabe, y sin embargo todo el mundo le teme como si supiera con absoluta certeza que es el peor de los males" Sócrates. Este fragmento nos hace entender que el temerle a lo desconocido es actuar como si todo lo supiéramos, cuando en realidad no poseemos los conocimientos adecuados y lo único que tenemos claro es que todo tiene un final y nosotros no somos la excepción.
Recuerdo haber tenido mi primer encuentro con la muerte a eso de los seis años de edad, si bien a esas alturas de la vida no se tiene muy claro que todos tenemos que morir alguna vez, si tenemos vagos conceptos de lo que la muerte implica. Todos estos hechos repercuten en el presente y no vamos a decir que de forma muy agradable, con el tiempo esos “encuentros” comenzaron a volverse cada vez más frecuentes, todo este creó en mi una especie de condicionamiento. Sé enfrentar la muerte con madurez, no quiere decir eso que este preparada (nadie lo está), sino, tengo claro cada uno de los conceptos de la vida y que en algún momento van a llevarse a cabo.
Se vive y se muere, sin morir no puedes vivir, imagina estar vivo y radiante por siempre, díganme si no este es el mayor deseo del hombre! “reinar por los siglos de los siglos”, casi queriendo igualar a Dios, ¿A quien no le sería agradable parar el tiempo y vivir cierta etapa de su vida para siempre?

Por ejemplo en la adolescencia; tener 17 años por siempre o volver a esa edad tal como dijo alguna vez la cantora Violeta Parra:
“Volver a los 17, después de vivir un siglo”
¿Qué adulto se negaría a esa opción?
Si nos dieran la oportunidad de elegir, lo más probable es que la mayoría de las personas decidan vivir por siempre, no por el gusto a la vida, sino por el miedo a la muerte.
Pensemos por un instante que sucedería si tu vida estuviera en tus manos, y te dieran la oportunidad de vivir para siempre; nuestros días se pasarían de una forma aburrida y monótona, lo único que anhelaríamos con ganas sería dormirnos en el sueño más profundo que existe.
¡Qué desesperante ha de ser querer morir y no poder por una mala elección propia inundada de cobardía!, en general siempre nos sucede esto, tomamos decisiones apresuradas o erradas y sus consecuencias nos van afectando a medida que pasa el tiempo. Si bien el ejemplo anterior nunca sucedería nos deja con un tanto de curiosidad por saber que se sentiría no tener que encontrarse con la respetada muerte; pero sepan que el ejemplo dado sólo sirve para nosotros, no para nuestros padres, amigos ni hermanos solo cuenta personalmente. ¿Serían capaces de soportar entonces el dolor de ver morir a cada uno de de los integrantes de tu familia o a los seres que te rodean en general sin poder impedirlo?, sin tener los medios para hacer que se queden contigo acompañándote; la vida si que sería difícil! Finalmente, por querer hacer las cosas bien terminaríamos acabados, sin razones para vivir ni luchar. En cambio al dejar que la vida siga su cause natural; cuando perecen nuestro seres cercanos pensamos inmediatamente en la oportunidad de encontrarnos con ellos, nos queda la esperanza de poder abrazarlos una vez más, de poder aunque sea cruzar unas cuantas palabras, las cuales por cierto no eran más que frases al viento estando con ellos diariamente, pero como dice el dicho, (valga la redundancia) : “No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes” , lástima que hagamos así funcionar las cosas; tener que perder algo para valorarlo verdaderamente.
El mayor de los pesares que enfrentaremos será la muerte, o tal vez será un alivio, quien sabe!
Lo que más nos preocupa del hecho de morir es llevarse guardadas algunas cosas que nunca nos atrevimos a decir, o sentimientos que nunca supimos expresar; para que esto no nos aqueje en el momento en que nos dejen los seres que nos rodean, hagamos de nuestra vida lo más provechosa que podamos, digamos todo lo que sentimos, expresemos sentimientos sin miedo a alguno.
Tarde o temprano atravesaremos el umbral de la muerte.
Nacemos y morimos de una forma confusa, sin saber a donde vamos en realidad. Si fuimos capaces de enfrentar la incertidumbre de entrar a un mundo totalmente desconocido al nacer, ¿por qué no llevar a cuestas la incertidumbre de morir?

lunes, 14 de septiembre de 2009

Pensando sinceramente creo que soy algo tímida en ocasiones,
fácil de ilusionar, ruidosa como las olas del mar,
si de sinceridad se habla mis ojos son los que se encargan,
poco amable,risueña,orgullosa,demasiado tal vez!
mujer por excelencia, femenina por descendencia,
blanca como la arena, cabello claro,
estatura mediana, amiga de la soledad,
enemiga de los números, indiferente,
complicada,abierta de mente, bipolar,
soñadora, un poco loca, inmadura, sensible,
corta de palabras, sencilla,
rápida al andar, lenta al actuar,
tranquila, directa,
amante de la lluvia, del invierno,
aborrezco el calor, me pone de mal humor,
desconfiada,leal,despistada
suelo amacizar lo débil,
detesto lo predecible, temo a lo desconocido,
sarcástica, a veces hiriente,
defensora de los débiles,
entrometida, carismática,
rápida de genio, sinuosa,
ingenua incluso un poco torpe en situaciones,
extremadamente vanidosa, un tanto rencorosa.